La vuelta a la oficina con el semáforo epidemiológico en rojo o naranja, pero sin restricciones por parte del gobierno, parece no inquietar a todas las empresas. Pero para Esperanza Martínez, especialista certificada en Higiene y Seguridad Laboral por la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), esta decisión podría causar problemas futuros a las organizaciones, si no toman las medidas necesarias para reforzar la seguridad y salvaguardar el bienestar de sus equipos.
“La salud de los colaboradores no debe quedar en segundo término para las empresas porque es su activo más valioso. Antes de estipular el regreso, los empleadores deben hacer un diagnóstico y trazar una estrategia de prevención”, menciona.
¿Cómo será el regreso a oficinas?
El abogado Kair Vela, socio del despacho Vela y Asociados, asegura que los empleadores sí están facultados para convocar en la oficina a los colaboradores, siempre que cumplan con las normas de salud. De lo contrario, estarían poniendo en riesgo a su gente, pero también estarían incumpliendo con la Ley Federal del Trabajo (LFT) y con algunas de las normas oficiales.
El artículo 123 de la ley establece que el patrón debe adoptar medidas adecuadas para comprobar que sus empleados no padezcan alguna incapacidad o enfermedad de trabajo, incurable o contagiosa, como es el coronavirus.
Algunas compañías, dice Martínez, están tomando el certificado de vacunación como una garantía para que la gente pueda regresar a la oficina, sin embargo, hay que recordar que la vacuna no evita el contagio, sino los riesgos de la enfermedad. Además, cuidar la salud de los trabajadores también implica saber cómo están anímica y emocionalmente, pues no todos están preparados para volver a un esquema presencial.
Regreso a las oficinas: cómo volver en tiempos de COVID
Si planean regresar a las oficinas o ya están trabajando con gente en formato presencial, las empresas deben considerar que la NOM-019 establece los lineamientos para la integración y funcionamiento de las comisiones de seguridad e higiene en los centros de trabajo.
Además, la NOM-030 obliga a las organizaciones a que realicen los servicios preventivos de seguridad y salud en el trabajo para evitar accidentes y enfermedades. Y la NOM-035 compromete a las empresas a crear espacios laborales más sanos, a fin de evitar trastornos psicosociales como el estrés postraumático en los colaboradores.
Manuel Sánchez de Carmona, médico de la Sociedad Internacional de Trastornos Bipolares en México (ISBD), indica que cuatro de cada diez de sus pacientes actuales ha renunciado a su empleo, debido a que presenta un trastorno de salud mental, detonado por el contexto del COVID-19.
“Son personas que pasan de la alegría y euforia a la depresión, tristeza, inhibición, desconcentración, apatía, falta de motivación e ideas de muerte. El 80% de quienes acaban de salir de una crisis tienen una incapacidad laboral parcial o total y ausentismo”, explica.
Mauricio Reynoso, director de la Asociación Mexicana en Dirección de Recursos Humanos (Amedirh), exhorta a las compañías a ser flexibles y a que continúen apostando por la modalidad de home office, sobre todo, para aquellas posiciones que no requieren operar de manera presencial. Como empresas, dice, tenemos la obligación de darle lo necesario a los empleados para evitar contagios por COVID-19.
Cómo reforzar las medidas de prevención en el trabajo
Haz un diagnóstico. Conoce a cada una de las personas que conforman tu plantilla laboral, su entorno, preocupaciones, necesidades, habilidades y funciones principales dentro de la compañía. Así sabrás qué personas requieren nuevas competencias (reskilling) para cumplir con su labor a distancia. También quienes, por su función, deberán estar en una modalidad híbrida o presencial.
Reajusta tu presupuesto. Crearprogramas de beneficios no significa que debas aumentar tu presupuesto, pero sí hacer un reajuste. En lugar de apostar por incentivos como el pago proporcional del gimnasio, puedes ofrecer servicio de transporte privado, para evitar que la gente se exponga en el transporte público.
Crea campañas preventivas. Implementar campañas de prevención que no sólo informen a los empleados sobre temas de salud, sino que los haga partícipes. Desde la colocación de gel antiséptico en lugares estratégicos, cubre bocas y guantes a su disposición, semanas de salud, descuentos adicionales para estudios o consultas médicas. En Baja California, incluso, algunos organismos empresariales y el consulado de México en San Diego organizaron un programa para que los trabajadores más jóvenes fueran vacunados contra el COVID-19.
La oficina centrada en el colaborador. Julián Terminel, gerente general de la Asociación Mexicana de Interiorismo Corporativo, señala que las oficinas ya no deben ser como eran antes de la pandemia. Además de la toma de temperatura y uso de gel antibacteral se requieren espacios más abiertos y de un aforo que no rebase el 50% para que las personas se sientan más seguras y puedan hacer su trabajo de una manera eficiente. “Surgirá un cliente interno que es el colaborador, en la medida en que tengamos un mejor espacio de trabajo la productividad va a ser mayor”, puntualiza.
Más uso de tecnología. Algunas empresas han desarrollado una aplicación para controlar el número de personas en la oficina, o el apartado de salas de juntas. Pero Esteban Pérez, director de desarrollo de negocios para Latinoamérica de Atlona, una firma de soluciones de conectividad para oficinas, advierte que las empresas tienen el reto de hacer que la gente confíe en que la oficina es un espacio seguro. “Las compañías tienen que ampliar los protocolos de seguridad mediante el control de accesos, la circulación de aire limpio, y dar a los empleados opciones tecnológicas sin contacto como sensores de movimiento, activación por voz y códigos QR. Al mismo tiempo deben integrar a los trabajadores a distancia, a través de buenas herramientas de audio y video”, comenta.
Hacer pruebas periódicas y encuestas de salud. No hay que bajar la guardia en la aplicación de pruebas PCR o de antígenos. También es necesario realizar encuestas periódicas para saber cómo está el equipo. Por ley, las empresas deben tener un expediente médico de cada colaborador y, en plantillas mayores a 100 empleados, deben contar con un médico de planta. En casos sospechosos de coronavirus, alerta Martínez, los trabajadores reciben 15 días de incapacidad, otorgados por el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
Comunica todas las acciones. Es muy importante que los colaboradores sepan qué está haciendo la empresa para salvaguardar su salud. Juan Pablo Borray, gerente de desarrollo de negocios para Latinoamérica de Panduit, desarrollador de soluciones de redes eléctricas para corporativos, refiere que las certificaciones para el bienestar otorgadas por la STPS, por ejemplo, dan credibilidad a las organizaciones cuando se trata de crear espacios más seguros para los colaboradores.