La analítica de personas te permite romper paradigmas organizacionales y te ayuda a diseñar espacios y esquemas de trabajo acordes a la relación que tienen éstos con el valor que pueden generar en los resultados del negocio.
Miles de empresas comenzaron el regreso a espacios físicos de trabajo pidiendo a sus empleados que vuelvan a la oficina cierta cantidad de días a la semana. Según el más reciente de los estudios elaborado por McKinsey, el 75% de los encuestados prefiere un modelo de trabajo híbrido. De éstos, un poco más del 60% dijo que probablemente buscaría trabajo en otro lugar si se les pidiera volver a la oficina de tiempo completo. ¿Les suena familiar?
Un caso muy “sonado” hace unas semanas fue la decisión que tomó Ian Goodfellow al renunciar a su cargo como director de Machine Learning en Apple motivado por el plan de la empresa de volver al trabajo presencial de manera gradual los próximos meses. Su argumento fue: “Creo que una mayor flexibilidad habría sido la mejor política para mi equipo”.
¿Cómo saber cuál es la mejor política para los equipos de trabajo?
Existen empresas que han tomado la decisión de regresar a la oficina, y con ello regresar a la “normalidad” en la forma de trabajar y ocupar los diversos espacios físicos de trabajo. ¿Cuál es el sustento? Posiblemente por feeling o creencias de que ésta es la mejor forma para que sus empleados colaboren, se comunique y realicen sus tareas. La pandemia nos ha mostrado diversos modelos de trabajo que hasta hoy han permitido operar el negocio obteniendo resultados y que continúan transformándose y personalizándose, como lo son los esquemas remotos o híbridos en ciertos roles.
Las organizaciones se adaptaron al entorno externo que les afectaba. Mientras que otras se han transformado y han creado nuevos espacios de trabajo que brinden, propicien y optimicen la forma de trabajar de las personas por medio de aplicaciones digitales que fomentan la productividad en reuniones, optimizando la gestión y flujos de trabajo y facilitando la colaboración visual, entre otras. Con ellos se han expandido las barreras físicas de la colaboración y comunicación, inclusive para explorar espacios virtuales como lo es el metaverso, siempre centrado en mejorar la efectividad organizacional.
“Una alerta vigente es que aquellas empresas que no ofrezcan oportunidades de trabajo híbrido corren el riesgo de perder empleados, o bien ser menos atractivas para los más jóvenes”.
Una perspectiva que le permitirá a los equipos de capital humano ser arquitectos y diseñadores organizacionales es identificar cuál es la relación que tienen los patrones reales de trabajo que han desarrollado las personas y su nivel de desempeño. Hoy, las distintas soluciones digitales de comunicación y colaboración nos pueden ayudar a lograrlos. Por ejemplo, Zoom, O365, Slack y Workspace, entre otras, registran una serie de datos (metadatos), los cuáles se convierten en una huella digital de la actividad de las personas a lo largo del tiempo, y que podemos extraer y transformar para analizar los patrones existentes en nuestra empresa.
Como hemos comentado, una perspectiva analítica debe buscar responder preguntas al negocio y eso nos lleva a identificar factores o “drivers” que impactan positivamente los resultados. Por ejemplo, ¿cuál es el patrón de trabajo, que maximiza el desempeño de las personas del área comercial?
Para responder esta pregunta, y otras más, establezcamos la fuente de información sobre la cuál realizaremos nuestra primera iteración, en este caso de O365, de donde extraemos los metadatos de la comunicación vía correo electrónico y MS Teams. (Consulta al administrador de aplicaciones tecnológicas de tu compañía, quien te puede ayudar en este punto).
Posteriormente, debes transformar e integrar otros datos en tu análisis, como resultados de desempeño, rotación y engagement, para desarrollar una perspectiva lo más completa posible del impacto que tienen ciertas modalidades de trabajo en las personas.
En este punto es donde descubrirás “insights” y obtendrás un reflejo más cuantitativo del desempeño de las personas en relación al tipo de modalidad de trabajo y, con ello, dimensionar el alcance de la transformación para guiar la forma de trabajo de los diferentes roles/posiciones en una compañía y facilitar la flexibilidad laboral que es factible en ciertos roles de la organización.
En resumen, el conocer y entender los patrones de trabajo sumando la modalidad de trabajo te ayudará a descubrir elementos que soportan la transformación de la forma de trabajo de miles o millones de personas en tu organización. Ello te permitirá personalizar experiencias para cada rol o individuo, habilitando espacios inclusivos para colaborar, facilitar el networking y fomentar lugares de trabajo positivos que aumentan el bienestar y amplían las capacidades y la creatividad.