Al fin estamos rompiendo el tabú que nos impedía hablar abiertamente de la importancia de la salud mental. Ya no estamos en los tiempos en los que lo normal era callar y aguantarse, lentamente se van rompiendo los mitos sobre aquellos ejecutivos “top” que daban el alma por la empresa, lo que prácticamente significaba que no tenían espacios personales, horarios, o límites de ningún tipo.
Hoy es cada vez más evidente que la mente es frágil, se enferma, y como el cuerpo en general, necesita descanso, nutrición y cuidado. Afortunadamente abundan los seminarios sobre bienestar y salud mental, la información es cada vez más accesible y enormes corporativos están poniendo en la agenda estratégica la creación de una cultura que cuide e incentive la salud mental de todos. Lo que genera una expectativa mayor por parte de los empleados de otras compañías.
Como no hay vuelta atrás, es entonces momento de acelerar para que en todas las empresas, sin importar su tamaño, podamos contar con un espacio laboral seguro, consciente y positivo con la gente. Este desafío es titánico, pues requiere que se manifieste una transformación evolutiva en la perspectiva de cada uno de los líderes que las manejan. Sólo el 25% de los empleados se siente cómodo hablando con su gerente o Recursos Humanos sobre su salud mental y ocho de cada 10 empleados dicen que el estigma les impide recibir tratamiento.
Las patologías de salud mental se están convirtiendo en una pandemia silenciosa. Aunque hay más apertura, lo cierto es que falta mucho por hacer y los que tienen la voz cantante sólo pueden ser los líderes. Cualquier persona que tenga al menos a una persona a su cargo tiene la responsabilidad de llevarla a un nuevo nivel de potencial, sumando su talento para generar mejores rendimientos, de eso se trata hacer empresa. Pero ahora también tenemos que considerar que somos seres integrales, que necesitamos estabilidad y cuidado para poder entregar ese rendimiento que tenemos.
La forma en que trabajamos en Latinoamérica no es sostenible a largo plazo y está dañando nuestra salud mental. Hasta hace poco, la conversación se había centrado principalmente en las condiciones de salud mental preexistentes y el estigma relacionado. Cada vez más, la atención se centra en el efecto del trabajo en la salud mental de todos, en particular considerando que la tecnología ha roto todas las barreras, ahora cualquier horario y cualquier lugar puede ser considerado apto y las regulaciones no son tan fuertes como para impedirlo, es por ello que el cambio y el cuidado sólo pueden suceder en los líderes.
Cada jefe desempeña un papel fundamental en la protección de la salud mental de las personas en el lugar de trabajo. Son ellos quienes controlan el flujo de trabajo y establecen las metas y expectativas que los demás deben cumplir”.
No somos máquinas, de hecho, mientras más nos diferenciemos de ellas, mejor estaremos en el futuro, pues sólo lo que nos hace profundamente humanos puede elevarnos para hacerle frente a los enormes retos que vienen en camino.
El mundo no va a ser menos estresante, no va a detener el ritmo, las cosas no van a suceder desde afuera, el cambio tiene que ser interno, en cada empresa y en cada líder, por lo que tenemos que estar listos desde ya.
Los líderes son responsables de cuidar la salud mental de los empleados. Si una empresa quiere prosperar en un entorno competitivo, necesitamos personas saludables e inspiradas para hacer un trabajo increíble. El rol de los líderes es brindar a los empleados un entorno en el que puedan prosperar. La calidad de vida en el trabajo es un factor fundamental para la productividad, el desempeño y la retención.
Según una encuesta que elaboraron SAP y Qualtrics a nivel global, el 40.5% de los directores ejecutivos y miembros del C-suite informan una disminución notable de la salud mental en el último año, y también el 40.1% de los gerentes y mandos medios. La salud mental es un tema que nos compete a todos.
Una cultura de trabajo saludable comienza con el líder. Si el líder no ejemplifica hábitos saludables, será difícil implementar cambios en una organización. Muchos empleados son seguidores y hacen lo que hace el líder. Es importante que los líderes den un ejemplo siendo abiertos sobre sus luchas internas y mostrando a los empleados cómo lidian con ellas día a día, esto crea un entorno seguro para que todos los demás compartan, lo que puede generar una conciencia asombrosa dentro de la organización.
Modelar la apertura y la vulnerabilidad como fortalezas, no debilidades, contribuye en gran medida a reducir el estigma y establecer el tono de la transparencia. Todos los empleados merecen tener un lugar de trabajo seguro, satisfactorio y mentalmente saludable. Para lograr esto, los líderes deben tomar las medidas adecuadas.
Es esencial que los líderes reconozcan que son modelos a seguir de buena salud. Éste es uno de los aspectos más importantes al intentar crear un lugar de trabajo saludable. Los líderes deben comunicar que las enfermedades mentales son algo que nos pasa a todos, y que no puede haber cabida para la discriminación o los señalamientos sobre la salud mental de los demás. Los líderes deben ser abiertos sobre sus experiencias con las enfermedades mentales y mostrarles a sus empleados cómo las superan. También es fundamental invertir en formación sobre la compasión para los empleados, especialmente en empresas que tienen una cara directa al cliente, pues lo que el empleado vive, lo transmite y expande con todas las personas con las que interactúa.
La salud mental en el lugar de trabajo no es un programa de beneficios, es un cambio cultural completo. Un esfuerzo integral y multifuncional con la participación de todos los líderes, Recursos Humanos. y los colaboradores, de forma coordinada, garantiza que la salud mental se convierta en una prioridad.
A pesar de todo, el cambio comienza por ti, por los hábitos y las decisiones que tomas, por la ayuda que pides para estar mejor. Si eres un líder, tienes la responsabilidad de recuperar y mantener tu salud, pues los demás seguirán tus pasos. Si quieres convertirte en un líder, tienes que saber que el mundo necesita personas cada vez más compasivas e integrales, lo cuál se genera con la práctica diaria. Vamos juntos.